Dentro del ecosistema de la Smart City, la iluminación conectada ofrece un punto de partida atractivo, desde el que poder integrar diferentes tecnologías y soluciones que permitan disfrutar de múltiples beneficios a los espacios urbanos. En este sentido, el alumbrado urbano conectado está en una posición única para desempeñar un importante papel, pues vincula los beneficios que ofrece la iluminación LED con los que ofrecen los sensores que conectan con el Internet de las Cosas.
Los sistemas de iluminación conectada, como Interact City, permiten gestionar de forma inalámbrica y punto a punto los activos de iluminación, controlar las diferentes escenas y supervisar el rendimiento y el consumo del alumbrado. De esta forma, se pueden conseguir unos ahorros rutinarios de hasta un 80% en comparación con la iluminación convencional.
Paralelamente, la incorporación de sensores en el alumbrado permite acceder a todas las ventajas que ofrece el IoT. Así, se puede obtener información sobre la situación medioambiental o detectar incidencias que puedan surgir en los diferentes espacios urbanos. Esto permite a los gestores extraer el conocimiento necesario para respaldar sus decisiones sobre planificación, posibilitando la mejora en la seguridad y la eficiencia energética, así como la habitabilidad de las ciudades.