Aunque nos suene más como un tema reciente, la aparición de los vehículos eléctricos se remonta a mediados del siglo XIX. De todas maneras, Los motores de combustión interna modernos han sido el método de propulsión dominante para vehículos de motor por más de 100 años, a pesar de que la energía eléctrica se ha mantenido como el método principal de propulsión en otros tipos de vehículos, como trenes y vehículos más pequeños.
Pero la transición hacia el vehículo eléctrico se está convirtiendo en una realidad cada vez más extendida. La necesaria evolución a un modelo energético más eficiente y el desarrollo de nuevas directivas (relativas a eficiencia energética, sostenibilidad y cambio climático) hace necesario el paso progresivo a una movilidad más sostenible basada en un transporte más limpio.
Las nuevas tecnologías permiten, cada vez más, mejoras para la Smart Mobility tanto en la parte del vehículo eléctrico como en las infraestructuras de recarga necesarias.
En España, la introducción de la movilidad eléctrica está siendo impulsada por varias medidas y subvenciones, por las que se establecen ayudas, tanto para los vehículos eléctricos, como para las infraestructuras de puntos de recarga. Actualmente, algunas de las medidas que se están estudiando desde el gobierno, son la supresión del IVA y elevar el precio límite actual fijado en la compra de un vehículo para obtener subvenciones, facilitando así la compra y la transición hacia los vehículos eléctricos frente a los de combustible.
Si nos fijamos en la evolución en cifras, según las previsiones de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), en España, las matriculaciones de automóviles eléctricos en el mercado español se situarán en alrededor de 65.000 unidades a cierre de 2020, lo que supondrá un fuerte incremento de más del 170% en comparación con los datos recogidos en 2019.
Y las cifras que anticipa la asociación, no son menos optimistas. Recogen una evolución de crecimiento anual continuado de entregas de vehículos eléctricos en los próximos años, hasta que en 2029 se supere el hito del millón de unidades entregadas en un año (1,1 millones de unidades). En 2030, la cifra comercial se situará en 1,28 millones de unidades y llegará a 1,5 millones en 2040, año en el que ya no estará permitida la matriculación de modelos de combustión interna.
Pero un condicionante fundamental para la exitosa expansión de este tipo de vehículos, es que las infraestructuras de carga, crezcan a un ritmo superior al de los vehículos, habiendo así una base perfectamente preparada para dar soporte a esta imparable transición.
En GES, distribuidor referente en la innovación y cambio del sector, ponemos a disposición del instalador profesional, un equipo técnico altamente especializado y las soluciones de recarga más adecuadas según la ubicación del punto de recarga, necesidades del vehículo y sistemas de instalación.
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