Santiago de Compostela, 24 de mayo de 2022. A lo largo del pasado 2021, y durante el primer trimestre del presente 2022, los españoles nos hemos despertado prácticamente a diario acompañados de noticias sobre los nuevos récords históricos en cuanto al precio de la electricidad.
Esta coyuntura ha causado graves problemas a la economía, no solo doméstica de la población, aún recuperándose en muchos casos tanto de la crisis financiera de 2008, como de la originada por las medidas de contención de la pandemia originada por el COVID-19, sino también a la industria estatal.
Pero quizás, uno de los sectores más afectados está siendo el de las administraciones públicas. El consumo energético de los ayuntamientos, la entidad pública quizá más vulnerable de nuestro sistema administrativo, siempre ha sido uno de los apartados que más parte de sus presupuestos acaparaba; algo que no ha hecho sino agravarse a lo largo de los últimos doce meses y que ha puesto en una situación más que comprometida a algunos ayuntamientos, como es el de Villareal.
Tal es el caso, que, a finales del pasado año, no era extraño que varios municipios españoles comenzaran a modificar sus presupuestos, previendo que se cumplieran los peores presagios para el precio de la electricidad de cara a 2022.
Alumbrado público LED para reducir el consumo energético municipal
Con el objetivo de evitar este tipo de situaciones, y en aras de reducir la porción de sus presupuestos que es abarcada anualmente por el consumo eléctrico, llegando a los 22 euros por habitante en regiones como Andalucía, los consistorios llevan años implementando todo tipo de acciones, desde la realización de auditorías hasta aumentar su generación eléctrica propia.
De entre todas estas acciones, la que más se ha extendido por su eficacia y rápido retorno, es la actualización del alumbrado público. Es común en los últimos tiempos, especialmente a lo largo del último lustro, leer noticias sobre cómo la sustitución del alumbrado tradicional por otro de tecnología LED ha proporcionado al municipio que ha realizado dicho proyecto un ahorro que suele moverse en una horquilla entre el 60 y el 70 % de su factura eléctrica.
Un ejemplo perfecto lo encontramos en Armilla, donde una actualización de la instalación de alumbrado en su Ciudad Deportiva por la tecnología de iluminación LED profesional de Televés, no solo ha incrementado la calidad de la visibilidad, sino que ha mejorado los ratios de eficiencia energética hasta el punto de reducir su consumo energético en un 60 %.
Este ahorro no es solo fruto del buen hacer de la citada tecnología LED, sino también del precario estado de las infraestructuras de muchos municipios, equipados con luminarias y lámparas completamente obsoletas, o mal planificadas a causa del gran desarrollo – o todo lo opuesto - experimentado por dichos municipios en los últimos años.
Y es que las ventajas de instalar un alumbrado público con tecnología LED son considerables: no solo consumen menos energía que cualquier tecnología anterior, sino que esta reducción del consumo también permite a los Ayuntamiento reducir la potencia contratada; lo que genera un ahorro extra. Algo increíblemente fácil de lograr gracias a su capacidad de ajustarse a las necesidades específicas de cada caso, lo que permite otorgar en cada espacio justo la cantidad de iluminación, y por ende de energía, que se necesita para el mismo.
Además, su mayor vida útil y mejor fabricación, elimina costes de mantenimiento y reposición.
Por otro lado, y alejándonos de los beneficios meramente económicos, cabe destacar otra serie de ventajas que ofrece este tipo de iluminación y que mejorarán la calidad de vida de sus usuarios.
Y es que con la llegada la iluminación LED en general y de las ópticas direccionales en particular ahora podemos llevar la luz allí donde se necesita, reduciendo al máximo molestias a vecinos y contaminación lumínica. Y podemos ir todavía más allá, añadiendo una capa tecnológica a la red de alumbrado público y convirtiéndola de esta forma en iluminación inteligente y conectada, capaz de ofrecer un servicio que se adapte a las necesidades cambiantes de los ciudadanos.
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