La contaminación en el aire exterior ha pasado a ser el foco de atención en cuanto al debate de la sostenibilidad en nuestro planeta. Tal como apunta Eduardo Bielza, PM de VMC de Soler & Palau: “Su mejora se ha convertido en unos de los principales objetivos de los organismos internacionales”. Aún así, poco se habla del impacto que tiene una mala ventilación interior para los usuarios.
Según alerta la OMS, al año 3,8 millones de personas mueren prematuramente por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire interior a consecuencia del uso de combustibles sólidos ineficientes. A esto se le suma el hecho que la calidad del aire interior es un concepto complicado, puesto que depende de muchas variables. Entre ellas destacan la propia calidad del aire exterior, el diseño del sistema de ventilación y su estado de mantenimiento, el diseño del edificio, o las fuentes interiores de contaminación y su magnitud.
Más allá de las posibles causas de una mala calidad del aire, los criterios para asegurar una calidad del aire interior óptima son claros. La normativa vigente española se rige por dos pilares imprescindibles: el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) y el apartado HS 3 (Calidad del Aire Interior) del CTE (Código Técnico de Edificación). Tanto el RITE como el CTE pretenden poner en valor los sistemas mecánicos, con tal de garantizar el flujo controlado de aire para las viviendas, y la filtración del aire de admisión en cuanto a los edificios terciarios. A excepción de los edificios industriales, la aplicación de sistemas de ventilación natural en edificios destinados a ocupación humana está muy limitado.
En Soler & Palau tenemos muy claro lo que es realmente importante: preservar la salud de las personas. Esta misión se aplica tanto en el diseño de un espacio como a la hora de vigilar y mantener la ventilación de una vivienda o local de uso comercial. Por este motivo, ofrecemos una amplia gama de productos que
mejoran la calidad del aire interior. Nuestros productos de VMC (Ventilación Mecánica Controlada) se dividen en distintos sistemas: simple flujo autorregulable, simple flujo higrorregulable y doble flujo con recuperador de calor.
Los sistemas VMC de simple flujo autorregulable, con equipos como el OZEO FLAT AUTO, se basan en una ventilación permanente y automática sin importar las condiciones exteriores o las condiciones de ocupación interior. Es el sistema de instalación más sencillo, pero no aporta mejoras energéticas y no considera el confort interior.
Los sistemas VMC de simple flujo higrorregulable permiten la modulación de los caudales de ventilación en función de la humedad relativa interior. Este sistema permite controlar la cantidad de aire extraído, contribuyendo a hacer más eficiente el consumo energético para el acondicionamiento del aire interior. En esta gama se encuentran productos como el OZEO FLAT H ECOWATT.
Por último, los sistemas VMC doble flujo con recuperador de calor ofrecen una optimización tanto del consumo energético como del grado de confort interior. Es el sistema más eficiente y recomendable. De esta tipología destaca, sobre todo, el nuevo SABIK.
Soler & Palau se toma el confort y la salud de las personas muy en serio. Por esto, nuestros sistemas de VMC promueven una calidad del aire interior óptima con el fin de evitar los problemas de salud ocasionados por una ventilación ineficiente.