En GES trabajamos con las primeras marcas del mercado, y conocemos de primera mano la problemática que está sucediendo en el sector de la instalación profesional, tanto a nivel de materias primas como de contenedores de transporte.
Y es que la subida de precios en las materias primas ha sido imparable en el último año y esto ha repercutido en la construcción, la industria y en la recuperación económica nacional en general.
Según un informe de la CNC (la confederación Nacional de la Construcción), el 94% de las empresas españolas han notado un incremento inusual en los precios de compra de las materias primas necesarias para realizar las obras, y el 75% de las empresas constructoras actualmente está encontrando dificultades para recibir los pedidos de materiales, lo que supone la cancelación o paralización temporal de las obras por falta de suministro.
La madera lidera el ranking de precios ya que se ha incrementado en más de un 120%, seguido de la piedra con un 60% más de coste y el cobre que también ha sufrido un incremento del 60% en el precio de compra. Otras materias primas como el PVC o el aluminio, fundamentales en el sector de la climatización, cuestan ahora un 40% más.
Siendo así, en la construcción por ejemplo, un 21,8% de las empresas han optado por la paralización de la obra o un 12,3% ya han retrasado en los plazos de finalización.
También hay falta de oferta de chips y de ciertos componentes, especialmente electrónicos, necesarios para la producción en la industria.
Esta es una situación seria, que afecta a todo el mercado mundial, a nuestro sector y a cualquier otro que emplee electrónica, otros materiales sensibles afectados por la subida de precios, y que use movimiento masivo de mercancías.
Las razones del desabastecimiento nacional son variadas y comunes a todo el planeta:
- El cierre de fronteras y fábricas durante el primer semestre de 2020 como consecuencia de la pandemia global, que paralizó por completo la fabricación y envío de materiales. En el segundo semestre, el volumen de pedidos sobrepasó las expectativas y gran número de pedidos no se están pudiendo enviar a pesar de haber sido ordenados hace meses.
- Las interrupciones puntuales por contagios que suceden a diario en las factorías de todo el planeta y repercuten en las fechas de envío de los pedidos y el atasco existente debido al gran volumen recibido, no hace más que aumentar los plazos.
- La dependencia de China como país suministrador mundial de materias primas, también está afectando. En Europa, se ha tendido a la deslocalización de la producción, principalmente por el coste de la mano de obra. Durante las últimas décadas se ha permitido que otros países (ubicados en Asia) se conviertan en los principales fabricantes del planeta. Ahora se quiere revertir esa situación y se comienzan a dar pasos para dejar de depender de países como China. Esto no sucederá en el corto plazo, pero los países de la Unión, sí comienzan a reactivar la fabricación europea.
- El desbarajuste en el transporte marítimo: El transporte marítimo representa el 90% del comercio mundial y por lo tanto tiene un papel principal en la logística y recepción de las materias primas necesarias para la construcción. Sin embargo, actualmente no existen suficientes contenedores de transporte de mercancías, multiplicando su coste hasta por 8. La mitad de los contenedores existentes para transportar los materiales pertenecen a compañías privadas que están haciendo ahora su particular agosto. Acocex, Asociación Española de Profesionales de Comercio Exterior, culpa a las navieras de no haber repuesto la frecuencia de envío previa a la pandemia de una manera intencionada aprovechando la demanda actual y tratando de recuperar de esa manera, lo perdido anteriormente.
Además, muchos fabricantes han aumentado los niveles de existencias con anticipación, empeorando aún más la escasez, y, a nivel logístico, multiplicando hasta por 8 el precio del movimiento de un contenedor.
El aumento de costes de las materias primas del cual no existe aún ningún indicio que nos indique su frenada, la gran demanda de todo tipo de material, la digitalización, y el progresivo aumento del precio de la energía e incluso del petróleo, hacen prever que estas consecuencias se mantengan como mínimo hasta finales del año 2022.
Desde nuestra compañía, queremos apoyar al instalador profesional en este periodo de incertidumbre y esperamos una pronta recuperación de la normalidad del sector, que permita la tan esperada estabilidad económica y laboral que, desde distintas fuentes se augura tras el parón producido en 2020.
Una vez más GES, como prueba de transparencia y afán de colaboración con la cadena de valor y como referente de la distribución profesional en España abre las puertas de su Convención anual interna a las marcas más destacadas del sector pertenecientes a su programa de partenariado “GES Core Program”.