Es el momento de que las empresas asuman el liderazgo de las acciones por el clima.
Los continuos fenómenos climáticos adversos han generado un mayor interés en la responsabilidad climática y en llevar a cabo acciones por el clima. Las empresas que invierten en tecnologías sostenibles que reducen el impacto en el medioambiente pueden ayudar a reducir el consumo energético e influir de forma directa en la capacidad y fiabilidad de la red eléctrica.
Además de invertir en tecnologías sostenibles, las empresas que asumen su responsabilidad hacia unas operaciones más sostenibles adoptan políticas y prácticas que tienen en cuenta el impacto medioambiental. De esta forma, concentran sus esfuerzos en reducir los residuos y las emisiones de carbono, reciclar materiales y utilizar fuentes de energía renovables. Acciones corporativas como estas, son muy necesarias para llevar a cabo los cambios que permitan avanzar hacia los objetivos de sostenibilidad que se han definido internacionalmente, así como para mantener a los empleados comprometidos.
Alcanzar y superar los objetivos de sostenibilidad requiere de líderes con las habilidades organizativas y la fortaleza para cambiar las actividades empresariales y financieras tradicionales. Actualmente, las estrategias de las compañías dependen de datos y modelos que ofrezcan una perspectiva sofisticada sobre el impacto de la sostenibilidad tanto en los resultados como en la salud y el bienestar de los empleados.
Aunque existen muchas soluciones tecnológicas diferentes para reducir las emisiones y lograr una mayor eficiencia energética, los líderes comprometidos con los objetivos de sostenibilidad también deben contar con equipos que comprendan las tecnologías y puedan alinear los objetivos tecnológicos con las estrategias de sostenibilidad. Además de comprender e implantar tecnologías sostenibles, los equipos deben utilizar métricas estandarizadas para supervisar el comportamiento medioambiental y el cumplimiento de las normativas.
Incluso con la aparición de las fuentes de energía renovables que mejoran la fiabilidad y la disponibilidad de la red, los líderes y sus equipos también deben buscar otros métodos innovadores para llevar a cabo acciones por el clima, crear valor y protegerse de los riesgos. En este sentido, innovar a veces significa integrar las tecnologías existentes de una forma diferente, en lugar de desarrollar nuevas tecnologías. Los nuevos modelos empresariales en torno a la iluminación LED y los sistemas conectados, por ejemplo, ofrecen soluciones rentables con las que ahorrar energía y reducir las emisiones. Los sistemas conectados que integran iluminación, dispositivos inteligentes y sistemas de control ambiental a través del IoT, pueden establecer métodos para alcanzar objetivos de sostenibilidad a largo plazo y optimizar espacios de trabajo que favorezcan la productividad y el bienestar.
Muchos países ya están dando importantes pasos en materia de acción por el clima a través de políticas y regulaciones. Sin este tipo de medidas, tanto particulares como empresas podrían carecer de los incentivos necesarios para cambiar las prácticas tradicionales que llevan a cabo y que perjudican al medioambiente.
Sin embargo, las políticas y directrices tienen sus limitaciones ya que los países pueden carecer de la voluntad necesaria para aplicar las políticas o cumplir los acuerdos. A pesar de que los líderes de casi todas las naciones firmaron en 2015 el Acuerdo de París, ningún país ha cumplido los objetivos de reducción de emisiones necesarios para frenar el aumento de la temperatura a nivel global.
Teniendo en cuenta este déficit, las empresas de todos los tamaños deberían asumir una mayor responsabilidad en la mitigación del cambio climático. El tejido empresarial supone el 70% del PIB mundial, lo que les da la influencia necesaria para impulsar el cambio. Los diferentes grupos de empresariales pueden trabajar juntos para establecer estándares y métricas de conectividad y comunicación. De esta forma, podrían aprovechar las oportunidades para crear asociaciones del sector público/privado basadas en objetivos de sostenibilidad, liderazgo, trabajo en equipo e innovación. Este tipo de asociaciones son las que impulsar el éxito político y financiero de las acciones por el clima, a la vez que generan beneficios a largo plazo para los diferentes stakeholders, como son las empresas, la sociedad y el medioambiente.