Estamos viviendo en una época sin precedentes. Ante la pandemia mundial, se necesita una manera probada y eficaz de proteger a las personas contra los microorganismos nocivos. Las bacterias y los virus pueden provocar una amplia gama de infecciones comunes. Pueden vivir en el aire, en las superficies y en los objetos, incluso después de haber seguido las rutinas de limpieza normales. Por consiguiente, la contaminación que permanece en el aire que respiramos y en las superficies que tocamos puede tener un efecto profundo en nuestra salud.