La naturaleza es el entorno vital primigenio del ser humano. Por ello, todo elemento que nos hace volver a conectar con esas sensaciones vinculadas al instinto primario, la iluminación, los sonidos, olores, y por supuesto, los materiales naturales tienen un impacto en nuestro sistema nervioso parasimpático, reduciendo los niveles de estrés e incentivando la creatividad.