El glaciar Ngozumpa situado en Nepal es el glaciar más largo del Himalaya y se encuentra debajo de la sexta montaña más alta del mundo, la Cho Oyu, que en tibetano significa la “Diosa Turquesa”.
En un marco natural tan espectacular como este, nuestro compañero Carles Urpinell, Product Manager GES de Climatización, ha realizado un trekking de 14 días para alcanzar el Campamento base del Everest.
Una gran aventura de la que nos ha hecho partícipes a lo largo de todo el recorrido y de la que nos habla en la entrevista que nos ha concedido a su regreso.
Es cierto que el Everest es un lugar especial y precioso, pero su principal atractivo no es su belleza, sino el ser el pico más alto de la Tierra.
Todo el valle del Khumbu es realmente espectacular y algunos de sus picos son mucho más elegantes que el mismo Everest, el Pumori o el Ama Dablam (la montaña sagrada de los Sherpas), por ejemplo. Todo este valle está muy concurrido por alpinistas e incluso turistas, ya que el campo base del Everest se ha convertido en una gran atracción.
Por este motivo, si debo elegir un lugar que me ha sorprendido por su belleza y su grandiosidad, es la zona del glaciar de Ngozumpa, que está a los pies de Cho Oyu y es otro de los 9 ochomiles que se encuentran en Nepal, de los 14 que hay en el planeta. Esta zona, también conocida como Gokyo, es mucho más solitaria y menos masificada, lo que la hace más auténtica.
Es posible realizar el trekking sin guía y sin porteador, pero su aportación es de gran ayuda, no sólo por su conocimiento del terreno o para llevar parte del peso del equipo, sino también por lo que te explican. Consiguen que entendamos su cultura y su filosofía de vida y que termines enamorado de sus valles, sus montañas y de su gente.
Los sherpas son realmente de admirar: viven de manera sencilla, con unas condiciones muy duras a casi 5.000 metros de altura. Están perfectamente aclimatados a esas alturas al contrario que nosotros, y son capaces de funcionar sin ningún problema, incluso llevando cargas de 30kg. Son agradables y serviciales, incluso demasiado. Tienen muy claro que alpinistas, aventureros y turistas son su fuente de ingresos más importante, también por esta razón contratamos a un sherpa y a un "porter". Estos últimos son los que llevan a cabo el trabajo más duro, peor pagado y menos reconocido. Mi máximo respeto y admiración para ellos.
En realidad, en el campo base del Everest no hay más que algunas tiendas de campaña de las expediciones que intentan coronar el pico. Desde allí ni tan solo se ve la cima del Everest, pero como comentaba antes, es un lugar especial que causa una gran atracción.
Para muchos de los que realizan el Trekking, el campo es su meta, pero no todos consiguen llegar o llegar en buenas condiciones. Hay personas que con tal de llegar, hacen la última etapa en burros o mulas. El ambiente es algo turístico y debido a la masificación, creo que está perdiendo cierto encanto y esencia. Aun así, sigue siendo un lugar muy especial. Hay una sensación de haber conseguido el objetivo y hay abrazos, risas y fotos, muchas fotos.
Es una pregunta interesante, porque la mayoría de la gente me pregunta si para hacer un trekking como este hay que tener una gran forma física o exige un esfuerzo físico importante. Yo les digo que lo más importante es aclimatar bien, es decir adaptarse a los niveles de oxígeno que hay en esas alturas, porque si no lo consigues, todo lo demás ya no cuenta.
Pero aparte de aclimatar, para las personas que están en forma, son esas pequeñas cosas cotidianas a las que estamos acostumbrados, las que requieren de especial atención y se debe afrontar el trekking sabiendo que te vas a encontrar. Creo que para muchas personas es la parte más difícil.
Te tienes que adaptar al nivel de confort, o mejor dicho de su ausencia, la climatología en especial el frío, la monotonía de la comida, los baños, la higiene, los lugares donde dormir, la luz eléctrica, la cobertura, la carga de los teléfonos o cámaras de fotos y un sin fin de pequeñas cosas.
Pero realmente creo que esta forma de vivir un trekking es lo que le da su encanto, dando importancia a las pequeñas cosas, viviendo esa experiencia de forma simple y muy básica, pero con mucha intensidad. Aprendes rápido como ir gestionando todo, que en realidad, es poco. Tu día a día se rige por el tiempo y por el sol, no por el reloj. Si hace sol y buen tiempo, entonces hay electricidad y puedes cargar aparatos, no hace frío, e incluso en ocasiones consigues cobertura si aprendes algunos truquillos. Si está nublado, llueve o nieva, entonces ya sabes... no hay luz, no cargas, hace más frío, no hay vistas y no hay nada que hacer, algo a lo que no estamos acostumbrados en absoluto.
Tus prioridades cambian y las máximas preocupaciones son: alimentarse, cuidarte de la climatología, equiparte adecuadamente, preparar la ruta, andar y disfrutar de todo lo demás, que es muchísimo. ¿Fácil no? Al cabo de unos días te replanteas muchas cosas...
El sol salía a las 05:30, que era cuando nos levantábamos, y se ponía hacia las 18:00. En general terminamos las etapas a las 14:00 aproximadamente, algunos días más tarde.
Hasta la puesta de sol había paseos, visitas a algún monasterio budista, vida contemplativa puesto que los paisajes son espectaculares y aunque pases allí varios días, no te cansas de mirarlos. Cenábamos a las 18:30 - 19:00, preparábamos el equipo para el día siguiente y poco más. Charlas con otros montañeros o con los Sherpas y a las 20:00 máximo a las 21:00 a dormir. ¡Nunca había dormido tanto!
Aún no lo sé, pero sí sé algunos lugares donde no he estado y me gustaría ir, por ejemplo a la Patagonia o a Pakistán, pero no descarto volver a alguna otra zona de Nepal.
¡Que la vivan! Hay dos vertientes, una es alpinística, seguramente sólo para personas con experiencia, y la otra es una experiencia vital, que es para casi todo el mundo.
Si se trata de un trekking sin subir ningún pico, está al alcance de cualquier persona con una forma física media, es más importante la resistencia que la fuerza, ya que se debe ser capaz de andar unos 7 días seguidos mínimo.
Pero si se quiere alcanzar alguna cima o cotas por encima de los 5.300 metros, como en nuestro caso, ya se requiere de una preparación física más importante. Hay que tener en cuenta que a los 5.500 metros la cantidad de oxígeno es del 50%, el cuerpo tiene que aclimatarse, los esfuerzos a esas alturas son duros y cuesta de recuperar. Es necesario informarse bien de lo que te vas a encontrar para evitar sorpresas desagradables, así como disponer de una buena equipación. También se debe tener en cuenta con quien vas al trekking.
Y lo más importante es tener ganas e ilusión para afrontar esas pequeñas "incomodidades" que hemos comentado antes. Pero os aseguro que merece la pena.
Sobre GES
GES es la compañía líder del sector especializada en aportar soluciones en material eléctrico, iluminación, automatización, clima y fontanería para el instalador profesional, con una sólida trayectoria de más de 41 años, más de 1100 profesionales y 79 puntos de venta en España, bajo las marcas Electro Stocks, Fluid Stocks y Kilovatio.
Con una facturación en el último año de 345M€ y una cartera de más de 25.000 clientes, GES no sólo aporta valor añadido al cliente con una amplísima variedad de productos y servicios, sino que su excelente equipo humano, formado y altamente especializado, garantiza poder aportar la mejor solución en cada proyecto.
Innovación, dinamismo y poner al cliente en el centro de su estrategia, son algunos de los atributos que han posicionado a GES, como la marca referente del sector en España.
Los hábitos de compra han cambiado en los últimos años, y el comercio electrónico se ha vuelto una herramienta cada vez más decisiva para las compañías, ya que los usuarios demandan alternativas ágiles a la tradicional compra presencial.